CONSEJOS PARA LEER CON LOS MÁS PEQUEÑOS
Leer se tiene que convertir en un
hábito divertido para los pequeños y nosotros como padres podemos ayudar a que
se convierta en una rutina diaria. ¿Cómo? Toma nota.
EXPLORAD LAS ILUSTRACIONES JUNTOS
Antes de leer, observa las ilustraciones de cada página del cuento con tu hijo.
Pregúntale qué ve y qué cree que está sucediendo. Así estimularás su
imaginación y su curiosidad por lo que va a ocurrir en la historia.
LEE EN VOZ ALTA Y CON
ENTUSIASMO
Al leer, modula tu voz para dar vida a los personajes. Eso ayuda a los más
pequeños a diferenciar las distintas voces y a meterse de lleno en el cuento.
APROVECHA LAS DOS
TIPOGRAFÍAS (mayúscula y letra ligada)
Así familiarizarás a tu hijo con diferentes formas de letras. Puedes empezar
con la tipografía que le resulte más cómoda y gradualmente introducir la otra
para ampliar su habilidad lectora.
JUEGA CON LOS FONEMAS
Centra la atención en las letras que se trabajan en cada cuento. Enfatiza su
pronunciación, haz juegos de sonidos con ellas, anima a tu peque a buscar otras
palabras que contengan esas mismas letras, pronunciadlas juntos…
PACIENCIA Y RITMO
PERSONALIZADO
Respeta el ritmo de aprendizaje de tu hijo. Si un día muestra menos interés o
encuentra dificultades, es mejor hacer una pausa y retomarlo más tarde con
ánimo renovado.
PÁSALE EL TURNO
En las primeras lecturas, puedes ser tú quien lea todas las palabras. En
lecturas sucesivas, ve pasándole el testigo a tu peque. Primero le puedes
animar a leer palabras sueltas o la última frase de cada página. Es probable
que termine sabiéndose muchas expresiones de memoria, pero eso no es malo: le
ayudará a afianzar la relación entre grafismos y sonidos.
HAZ PREGUNTAS ABIERTAS
Al terminar de leer una página o una sección, haz preguntas abiertas sobre lo
que acaba de pasar en el cuento y sobre lo que podría pasar después. De esa
manera trabajarás la comprensión lectora, la interpretación de la historia y la
imaginación.
CREA UN AMBIENTE ESPECIAL
Establece un rincón de lectura acogedor y sin distracciones donde podáis
disfrutar juntos de los cuentos. También puedes crear un pequeño ritual
anterior a la lectura (encender una lámpara, adoptar una postura determinada
juntos, decir unas palabras, etc.). Hacer de la lectura un momento especial del
día ayuda a asociarla con sentimientos positivos.
INCORPORA LA LECTURA A LA
RUTINA DIARIA
Dedicad un tiempo cada día a leer juntos. La constancia refuerza el hábito de
la lectura y ayuda a mejorar progresivamente las habilidades lectoras.
CELEBRA LOS LOGROS
Cada palabra leída con autonomía, cada momento de entusiasmo o de inmersión en
el cuento representan grandes avances y merecen ser valorados. Celebra estos
triunfos con tu hijo para motivarle y mostrarle lo divertido y gratificante que
puede ser leer.